Emprender es la palabra que podría considerar una de entre las
10 más mencionadas entre los Millenials,
tal vez porque está de moda o simplemente porque nos gusta ser dueños de
nuestro propio tiempo y buscamos la posibilidad de aportar algo a la sociedad
desde una perspectiva laboral con ideas “frescas” que tengan la finalidad de
generar un cambio o impacto.
En fin, en los últimos años parecería que
emprender un negocio propio es cosa fácil pues hemos sido participes del nacimiento
de bastantes pero ¿Cuántos de estos se
han mantenido en nuestra mente y son realmente exitosos? Es entonces cuando
llego al punto de decir que tan sencillo es tomar la decisión de decir “adiós
trabajo godín hola vida de freelancer.”
Hace algunos años recuerdo perfecto
cuando me “harto” el trabajo que tenía porque ¿cómo era posible que ganara tan poquito e hiciera tanto? Y como
realmente mis compromisos eran “mínimos”, empezando porque no tenía que pagar
una renta, llegue en actitud de “este trabajo no cubre mis expectativas
profesionales así que muchas gracias”, renuncie y me di a la tarea de salir al
mundo del emprendedor porque jure tener la idea que me iba a hacer millonaria.
¿Qué paso? 7 años después de mi gran
decisión, ni soy millonaria, ni mantengo el intento de negocio que cree porque
simplemente no quise escuchar a mis papás, ni a mis amigos que me hablaban por
su experiencia y me decían que así no se
hacían las cosas. Fue así como pase a ser una idea de negocio padrísima de
la que ya nadie se acuerda (a veces ni yo misma).
En fin, todo lo anterior lo veo el día
de hoy y me ha dado la pauta a pensar ¿qué quiero hacer profesionalmente?, ¿qué
planes de crecimiento tengo? y ¿dónde me veo en cierto tiempo hablando como
profesionista? La verdad es que con base en mi experiencia pienso dos veces si
me quiero aventurar nuevamente a emprender mi propio negocio y sinceramente sí
lo haría, solo que cuidaría mucho él cómo lo haría y sobretodo no dejaría mi
trabajo godín que tengo actualmente porque es el que me da los ingresos
necesarios para vivir día a día.
Actualmente
ya tengo creadas algunas ideas de negocio y poco a poco las he ido afinando para que en un tiempo no muy lejano pueda
desarrollarlas y sobre todo llevarlas a cabo, con el objetivo de consolidarme
como empresaria, sin embargo mientras ese momento llega se que debo mantenerme
al día con los temas en los que me interesa desarrollarme, estudiar y sobre
todo prepararme para los madrazos que se no serán pocos ni leves, al contrario,
pero sé que son los que me harán la mejor en lo que haga con la satisfacción de
ver realizado lo que un día empezó como
una divagación y termine siendo una realidad.
No tengan miedo de emprender, solo no se
“avienten como el Borras”, apliquémonos como debe de ser sin querer hacer todo
“rápido” y “con las patas” para que realmente logremos nuestros objetivos. Pensemos
bien las cosas y busquemos los medios adecuados para consolidar nuestros
proyectos. Sé que suena más fácil de lo que parece, sin embargo creo que
tenemos todo lo necesario para realizarnos solo es cuestión de que si nos la
vamos a jugar no corramos riesgos “innecesarios” y hagamos bien las cosas, nos
apasione 100% lo que estamos pensando llevar a cabo y sobre todo creamos en
nosotros mismos y nuestra capacidad para lograr aquello que tal vez empezó como
un sueño y estamos a punto de hacerlo
realidad.