Si alguna vez has entrado a tu correo y tienes mails de tiendas
de ropa, de asociaciones, de escuelas, de bancos y seguros, de videojuegos y
sitios de películas… Me da mucha pena decírtelo, pero tu correo sufre de spam.
Spam
es como le decimos al correo electrónico no solicitado que recibimos día a día.
Se trata de publicidades de toda clase de servicios y productos. Generalmente
nunca es solicitado por el usuario y muy pocas veces es de su interés. ¿Pero,
cómo obtuvieron mi dirección electrónica, si yo nunca se las di?
Oh, es muy buena pregunta. Tal vez tu e-mail está dentro de una
de las miles de bases de datos que empresas compran para enviar publicidad y
mensajes a los destinatarios. Se trata de listas de correos electrónicos que
están listos para llenarse de correo basura. Lo bueno es que algunas cuentas
tienen automáticamente una carpeta de correo no deseado, y ahí se van las
promociones y propaganda que te mandan, sin que tengas que lidiar con ella.
El spam no es
exclusivo del correo electrónico. Te lo puedes topar en Facebook, en Twitter, en
foros y blogs, y hasta en Whastapps y mensajes de texto. Son esos
enfadosos mensajes que te llegan de Telcel
y Movistar diciéndote que si no
deseas recibir más mensajes de promociones tienes que pagar.
Si te llega un mail spam y no deseas recibirlo más, ábrelo y
busca al final del texto la palabra “unsuscribe”
o “dar de baja”, este generalmente es un link para cancelar tu suscripción de
tal base de datos. ¡Y listo!
¿Y de dónde viene la palabra? Se trata del nombre de un
producto, en específico un jamón condimentado que los soldados británicos
solían consumir. Gracias a un sketch de Monty
Python, donde en un restaurante todos los platos contenían el jamón, por lo
tanto el comensal siempre terminaba topándose con Spam.