¿Alguna vez te ha pasado que tienes poco dinero, muchas deudas o necesidades que cubrir, y pocas posibilidades de juntar cierta cantidad en poco tiempo para salir adelante? Y cuando esto sucede, ¿no has bromeado con algún amigo de que la solución a tus problemas sería robar un banco?
Un Golpe con Estilo (Going in Style), ahora en cartelera, es una comedia estadunidense de 2017, dirigida por el actor Zach Braff, que explora lo que sucede cuando un grupo de amigos: Willie (interpretado por Morgan Freeman), Joe (Michael Caine) y Alfred (interpretado por Alan Arkin) han llegado a los 80 años de edad y todo lo que creían asegurado para su vejez resulta que no lo está. Willie necesita un trasplante de riñón y hace mucho que no ve ni a su hija ni a su nieta que viven en otra ciudad, Joe está a menos de un mes de perder su casa y Alfred ni siquiera tiene casa propia, la comparte con Willie. Los tres son trabajadores pensionados de una fábrica que por crisis los ha dejado sin percibir este beneficio. Por lo tanto, Joe, quien al principio de la película presencia el asalto a un banco por ladrones profesionales, propone a sus amigos hacer lo mismo, sólo una vez, llevándose el dinero justo para tener una vida más desahogada.
Un golpe con estilo es un remake de la
película con el mismo nombre de 1979, estelarizada por George Burns, Lee
Strasberg y Art Carney. No he visto este filme, por lo tanto, en este review no
puedo comparar la nueva versión con la primera ni opinar cuál es mejor. Así que
me enfocaré en hablar de la película en cartelera.
El
mayor acierto de Un golpe con Estilo es
haber contratado a actores veteranos extraordinarios para protagonizar la
película, capaces de salvar casi cualquier material que les den, me refiero a
Morgan Freeman, Michael Caine y Alan Arkin (quien ganó el Oscar en 2007 por su
papelazo del abuelo de la Pequeña Miss Sunshine). Pero también a los actores
que complementan el reparto, no menos legendarios que los primeros: Christopher
Lloyd (el Doc de la trilogía de Volver al Futuro) que interpreta
maravillosamente a un anciano algo decrépito; Ann-Margret (nominada al Oscar
por Tommy, la película musical de The Who)
interpretando a una mujer mayor que trabaja de dependiente en un supermercado y
se enamora de Alfred; y Matt Dillon (nominado al Oscar por el papel de policía
rudo y abusivo, que hacia el final muestra tener corazón, en Crash) que actúa como el agente del FBI
que investiga el asalto al banco y pone en jaque a los protagonistas.
Sin
embargo, el guión no es muy bueno, o sea, hay escenas y comentarios que sí
sacan algunas risas, en ese sentido, la comedia sí funciona. El problema es que
a la trama le falta tensión, los problemas y apuros en los que los personajes
principales se involucran se resuelven de un modo demasiado fácil e
inverosímil, el desenlace es la cosa más feliz que alguien haya pensado.
Además, tampoco es una trama novedosa, cae completamente en la fórmula y
termina siendo 100% predecible. En ese sentido la película falla.
En resumen, a Un golpe con estilo yo le pondría dos de estrellas de cuatro, o un cinco de calificación en escala de diez. Es una película palomera que cumple su cometido de entretener, pero es poco memorable.
Gracias por
leerme, soy Víctor Manuel López Ortega. Soy novelista, arquitecto, maestro en
comunicación, doctorante en arte y cultura, y columnista de Smartia, así como miembro
de la Sociedad de Escritores Michoacanos (SEMICH). Imparto talleres, charlas y
conferencias sobre literatura, cine y arte en general. Puedes contactarme para
trabajar, hablar en tu evento o tener una plática en tu podcast. Me dará mucho
gusto conocerte. Sígueme en Twitter como @VlomLoor o en Facebook.